jueves, 18 de abril de 2019

Adultos Varios III


Ella estaba buenísima y se llamaba Adriana. El media un metro cincuenta y usaba anteojitos. - Adriana, yo te podría hacer el amor veinte veces por día - ¿Vos?, pero si sos enanito. - Te apuesto dos mil dólares que lo hago pero con una condición yo te hago el amor veinte veces pero tiene que ser con la luz apagada y tengo que salir de la habitación dos minutos cada media hora para tomar aire. Ella aceptó. Cuando llegan al polvo número quince Adriana estaba demolida y admitió la derrota. Cuando la morocha encendió la luz se encontró en la cama con un tipo de barba, corpulento y medio borracho. - ¿Quién sos vos, a donde está el chiquitito de anteojos? - ¿Cuál? ¿el que vende las entradas en la puerta? zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz Un maestro hizo esta consulta en clase: - Si tomo un avión y voy al norte, luego al sur, después al este y termino en el oeste, ¿cuántos años tengo? - Usted tiene cuarenta años - Exactamente ¿cómo lo supo? - Muy facil, mi hermano Juan tiene veinte y es medio boludo zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz La pareja cordobesa en la cama, ella exclamaba: - Ahhhh, ahhhhh - ¿estas gozando? - ¡No, si vua a estar ensayando canto lírico! zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz La nena a la madre: - Mamá, mamá en el colegio me dicen puta - ¿Y vos que haces? - ¡Les subo el precio! zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz En un restaurante un hombre desafió al mozo: - Le hago una apuesta. Usted vaya a la cocina y ponga su dedo en cualquier plato y vuelva. Yo se lo oleré y tan solo con esto le diré de que comida se trata. El mozo aceptó, fue y volvió. El muchacho olió y le dijo: - Albóndigas con papas. - Acertó. Fue de nuevo y se repitió la escena: - Arrollado de verdura - Perfecto Al mozo se le ocurrió una idea para vencerlo. Fue a la cocina y le pidió a la empleada que abriera las piernas. Entonces le puso el dedo en la vagina. Volvió al salón dondé el apostante olfateo: - ¿Cómo?, no me diga que la Claudia trabaja aquí. zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz El viejito cumplía cien años, la familia reunida en rededor. En eso el anciano se ladea y parece que se cae de la silla. Todos gritan: - ¡El abuelo, cuidado en el abuelo! Y entre todos lo ponen en la posición correcta. Así varias veces, el hombre centenario que se ladea para un lado y otro y la familia que grita y lo colocan sentado erguido por enésima vez. Hasta que en la última asistencia el viejito exclamo: - ¡Pero carajo, ni en el día de mi cumpleaños va a dejarme tirar un pedo en paz! zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

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