miércoles, 27 de marzo de 2019

Argentinos


Un hombre se va al infierno y cuando llega, lo atiende el jefe y le dice: – ¿Adónde quiere que lo mandemos, al infierno argentino o al alemán? – ¿Y qué se hace en el infierno? – Mire, ahí lo despiertan a las cuatro de la mañana con un balde de agua fría y el Diablo lo hace trabajar desde las cinco hasta las veinte, ¿cuál prefiere? – ¿Hay diferencia? – No, es lo mismo. – Bueno, prefiero el alemán. En eso uno que estaba al lado lo codea y le dice por lo bajo: – No seas zonzo, elegí el argentino, porque ahí podes seguir durmiendo, no hay agua y encima el Diablo firma y se va. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx – ¿Cuántos argentinos entran en un fitito? – No sé. – Diez. Do adelante, tres atrás y cinco desinflados en la guantera. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx – ¿Sabés cuál es el negocio del momento? – No, ¿cuál? – Comprar un argentino por lo que vale y venderlo por lo que él cree que vale. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx – ¿Cómo se suicida un argentino? – No sé. – Se arroja desde la punta de su ego. xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx En un manicomio cubano charlaban dos internos: – ¿Ves aquel muchacho que está allá? – Sí, ¿quién es? – Es el más loquillo de todos, todos los que estamos aquí adentro. – ¿Para tanto es lo que tiene? – Imaginate, es un argentino con complejo de inferioridad.

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